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sábado, 24 de febrero de 2024

Tesis sobre Feuerbach y otros escritos filosóficos, de Marx y Engels





No hay que olvidar que la editorial de Juan Grijalbo se inició publicando libros de marxismo. Este volumen con 5,000 ejemplares es una de aquellas selecciones de textos de Karl Marx (1818-1883) y Friedrich Engels (1820-1895) que circularon por México en los años 70. En realidad, de Marx sólo se incluyen cuatro páginas (las “Tesis sobre Feuerbach”, de 1845, que Engels dio a conocer en 1888). El resto son textos de Engels tomados de varios de sus libros, como el prefacio a El origen de la familia, la propiedad privada y el estado (1884). Varias de las ideas desarrolladas en esta obra, aun escritas hace 140 años, serán de absoluta novedad para los conservadores de hoy, como el planteamiento de que la familia no es la base de la sociedad sino una formación de carácter histórico. Ideas tan evidentes como que hay diferentes tipos aceptados de familias según las condiciones sociales de las culturas (por ejemplo, el permiso de que las mujeres tuvieran varias parejas sexuales) inquietarían todavía los sueños los derechistas de hoy. En ese sentido, el libro de Juan Grijalbo publicado en 1970 es más novedoso que el ideario de moda. Pero mayor interés tiene para mí el texto “Dialéctica de la naturaleza”, en que Engels se refiere a la historicidad de la ciencia, tema que se ha desarrollado en diversas direcciones por estudiosos como Pierre Bordieu, quien ha analizado cómo los aspectos de poder en el ámbito de la ciencia han determinado qué consideramos “científico” y “verdadero”. Pero lo que le interesa a Engels es que la naturaleza también tiene historia. Por ejemplo, las nebulosas serían un documento “histórico”, pues se trata de las regiones interestelares en donde se fabrican las estrellas. Siguiendo esta imagen, el pensamiento filosófico sería la nebulosa en que se forma el pensamiento científico. Eso puede verse en el hecho de que la teoría sobre las nebulosas como formadoras del sistema solar, provino de un filósofo, Immanuel Kant, y no de un científico. A grandes rasgos, Engels propone que la filosofía modifica el pensamiento científico. Este texto, escrito entre 1873 y 1883, demuestra el interés constante del filósofo alemán por la ciencia. Al morir, Engels dejó como albacea de su obra a Eduard Bernstein, el famoso padre del “revisionismo”. Éste, a su vez, le preguntó, en 1924, a Albert Einstein si el texto debía de publicarse. La respuesta es decepcionante porque el extraordinario científico no supo comprender que su propio pensamiento estaba determinado por esa nebulosa que es la filosofía. Escribió: “Mi opinión es la siguiente: si este manuscrito procediera de un autor sin interés como personalidad histórica, no recomendaría su publicación; porque el contenido no tiene ningún interés especial, ni desde el punto de vista de la física moderna ni siquiera para la historia de la física.” No me satisface la opinión de Einstein. Aunque sobre eso no debo decir nada, no conozco su acercamiento a la filosofía. Pero no es la primera vez que dos grandes pensadores se encuentran sin tener mucho que decirse…

 

Karl Marx y Friedrich Engels. Tesis sobre Feuerbach y otros escritos filosóficos. México, Grijalbo, 1970.

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