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martes, 7 de septiembre de 2010

Shalalá




Con un cheque de hule perdí el estilo,
para colgar las guantes bastó el silbido.
Pero que no rumoren que fui un vendido,
ora que me coronen, que estoy bendito.
Cuando en la lona estás, nadie está contigo,
tres metros bajo tierra sólo hay olvido.
Jaime López, "Nocaut"

A. Aforismos para debatir en Twitter -desde el solipsismo- con Aleks Syntek


I. ¿El vacío (la letra de Jaime López) es capaz de llenar el vacío (del discurso calderonista)?

II. Entrar a la mística de la celebración es repetir -sin analizar- los versos de Jaime López.

III. Y analizar la letra es salir automáticamente de la discusión (o cancelar la cuenta de Twitter).

IV. El debate histórico en la época del PAN se ha ampliado notablemente hasta llegar a los 140 caracteres.

V. Amnesia histórica: ya casi nadie recuerda cuando Francisco González Bocanegra abandonó Twitter por las críticas que recibieron sus estrofas dedicadas a Santa Anna y a Iturbide.

VI. Como el pasado se encuentra tan acotado, es mejor festejar el futuro -que además es milenario.

VII. Si los mexicanos cantan mil veces "Shalalalalalá" tomados de las manos, aparecerá el espíritu patrio por el horizonte (Calderón dixit).



B. Yo que sólo canté de la exquisita partitura de Aleks Syntek -con letra de Jaime López


Desde el principio se sabía que el principal problema de los festejos del Bicentenario sería la falta de contenido, ya que el PAN representa las posturas enemigas de los movimientos que debe homenajear. Ni la soberanía, ni la independencia, ni la justicia social son temas que le preocupe conseguir, mucho menos celebrar. De ahí que las causas políticas hayan sido dejadas de lado -en espera de que nadie las recuerde- para dedicarse a festejar un cumpleaños. Y se repite y se repite el mensaje: es tu cumpleaños, 1810 es la fecha de nacimiento de todos los estereotipos de la nacionalidad. Aun cuando nuestros motivos de orgullo patrio hayan nacido mucho más tarde, como el mariachi, el Himno Nacional, la bandera, el machismo, el complejo de inferioridad...

Me imagino que, como un regalo de cumpleaños, el secretario de Educación anunció la canción El futuro es milenario, compuesta por Aleks Syntek y Jaime López. Los abundantes comentarios adversos seguramente dejaron en el desasosiego al gusto musical de las autoridades. Los críticos, como de costumbre, se han quedado hablando solos. Las autoridades han puesto a todo volumen El futuro es milenario y se han marchado no sin antes cerrar la puerta; luego, han negado que esta canción sea el himno oficial de las celebraciones. El siguiente paso será negar que alguien la haya solicitado. Tal vez termine siendo un ejemplo de "generación espontánea por patriotismo".

Alonso Lujambio tiene ánimo fiestero por su compromiso con las próximas generaciones. Pero ningún interés personal, según se desprende de sus declaraciones. La SEP ha convocado a varios artistas para colaborar en los festejos, hecho de ningún modo criticable, ya que el Estado, por otra parte, tiene esa obligación. No es éste el lugar para criticar el santanismo del Himno Nacional ni los murales encargados por el PRI. Así que tampoco hay una censura porque Syntek y López hayan realizado una canción para el Bicentenario calderonista. Quiero imaginarme que aún existe un artículo que garantiza la libertad de expresión (y que los autores respaldan su trabajo), y que no se versificó el ideario oficial. De preferencia no mencionar a Zapata o a Villa, pues tienen rimas feas (reata, hebilla) y poco edificantes. Antes de retirarse por un tiempo de Twitter, Aleks Syntek compartió algunas reflexiones (lo más articulado que se ha producido con respecto a las celebraciones):


"Les cuento que de niño mi papá me llevaba a escuchar música de orquesta de compositores mexicanos extraordinarios, Revueltas, Galindo, Huízar y mi favorito Moncayo. Así que decidí optar por el huapango como principal influencia en este tema pero con un pequeño toque que lo actualizará.

"¿Que porqué Shalalala? (sic) Simplemente porque necesitábamos un elemento genérico, este tema será escuchado en muchos países que no son de habla hispana. El shalala es universal y es muy típico en los temas de música folclórica mexicana".


Sí, "Shalalá" es el leitmotiv de la música mexicana (ahora mismo nos viene a la mente Shalalá, canto para matar a una culebra, de Silvestre Revueltas) y cualquiera que haya recibido una educación musical privilegiada notará en seguida la tradición sinfónica de El futuro es milenario. Pero más allá de los mezquinos comentarios en contra de una obra que sólo busca festejar (en este contexto, "festejar" equivale a evadir el significado histórico del Bicentenario), debe verse justo lo que permanece como un punto ciego: lo más importante es que nadie se dé cuenta de que el principal interés de la maquinaria-festejante del gobierno es: "se honra a la Independencia y a la Revolución justo porque están derrotadas. Si fuera lo contrario, ya habríamos corrido lo más lejos posible, lejos de las demandas que se enarbolaron hace doscientos y hace cien años".

En ese sentido correrían Calderón, Lujambio y el profundo historiador Villalpando. La frivolidad no es algo superficial, es una gruesa capa que no deja ver la realidad: por frivolidad se entiende el interés del gabinete por echar relajo para que no se escuchen las voces que continúan pidiendo la justicia y la defensa de la soberanía, palabras que ni siquiera están invitadas al banquete -pues prosiguió el banquete (Rosario Castellanos).