domingo, 30 de junio de 2024

Claudia Sheinbaum: Presidenta, de Arturo Cano



Creo que leí este libro de Arturo Cano en octubre del año pasado, ya convencido de que el título se volvería realidad. Esperé para escribir sobre él porque quería unir las palabras de Claudia Sheinbaum con lo que pasaría después de su triunfo. Entre los muchos motivos para emocionarme, está ese lazo que la une con la izquierda universitaria, la cual existe, pero ha sido empañada por la academia conservadora que ha tomado el poder en la UNAM durante muchos años. Claudia reconoce a Raúl Álvarez Garín como maestro en la política, proviene del Consejo Estudiantil Universitario (CEU) y ha combinado la formación académica con las causas sociales. Es importante hacer notar el mayor peso de esta rama de la izquierda en la Cuarta Transformación, lo que ha llevado que en los medios se resalte este carácter en los miembros del gabinete que se está integrando. Quizá su característica común es su experiencia (ya son cuadros formados en los gobiernos de izquierda) y su especialidad en cada una de las áreas. Sin embargo, algunos medios, resaltando estas características parecieron hablar de un aspecto “tecnocrático”, de superioridad técnica, cuando en realidad todo se encuentra unido bajo la idea del compromiso social. En el fondo se encuentra el lema de la Ciudad de México durante la administración de Claudia Sheimbaum: “Ciudad innovadora y de derechos”. La H agregada al acrónimo del Conacyt a principios de 2023 tiene el significado de darle a las Humanidades la misma categoría que las Ciencias y la Tecnología en la búsqueda de respuestas a los problemas nacionales. Convertida en Secretaría, esta institución, que será dirigida por la doctora Rosaura Ruiz, me imagino que será clave para poner en práctica, por poner un ejemplo, el Plan Nacional Hídrico, que necesita resolver aspectos técnicos (como la mejor tecnificación del riego en el campo o el reciclamiento), pero también los problemas derivados de la privatización de este recurso. Más allá de que las propuestas de Xóchitl Gálvez –salar el agua al ponerla en el lago de Texcoco, para luego desalinizarla– sonaran en su momento tan divertidas como preocupantes, uno de los defectos de la falta de programa de la oposición radica en la asociación libre de ideas siempre priorizando la privatización y la nostalgia del Neoliberalismo. Pienso, así, de pronto, que uno de los primeros mensajes que manda Claudia Sheinbaum antes de tomar posesión, es la idea de la articulación de las estrategias de gobierno, al nombrar en gran parte a especialistas con conocimiento social. El feminismo, los pueblos indígenas, el ambientalismo, etc., tienen sentido al ser concebidos de esta manera. Éste es, apenas, un bosquejo rápido, que ojalá pueda ampliar y estructurar, sumarle ideas. Pero la primera de las ideas de los opinadores de los medios comerciales consiste en pedir que Claudia se “distancie” de Andrés Manuel, lo que además de ser expresión de no comprender nada, significa que no leyeron lo que los resultados electorales piden: profundizar en el mismo camino, perfeccionando el recorrido previo. Pero son los silogismos con que se consuela la reacción los que escuchamos a unos días de que comience el sexenio de la primera mujer que llega a la Presidencia.

 

Arturo Cano. Claudia Sheinbaum: Presidenta. México, Grijalbo, 2023.

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