sábado, 13 de noviembre de 2010

El café del cazador


El café del Cazador ha cerrado sus puertas, por donde sólo entraban los recuerdos de antaño. Junto a las mesas, ya no charlan sino payos y toreros; mas con él se acaba, pasa, se desvanece un gran pedazo de historia. Ahí los kepis fraguaban pronunciamientos, las melenas recitaban versos y los lápices fijaban perfiles. Ahí resonaron las estrofas irisadas y musicales de Cuenca, las odas viriles y robustas de Sierra, los endecasílabos impregnados de besos de Flores, los primeros arrullos de pasión ideal de Peza; los escépticos tercetos de Acuña, las risas esproncedianas de Plaza y los melancólicos cuartetos de Pepe Negrete. Era aquel nido de bohemios, un pedacito de ilusión y de esperanza. Yo fijaría sobre sus dinteles una lápida que dijese:


Aquí cuchicheó la conspiración y aleteó el ensueño.


Amado Nervo, 21 de enero de 1900

3 comentarios:

  1. Reportase el Marcos garcía caballero, k onda ese café era de París? o de algún centro europeo o de la ciudad de México? me pareció español.. visita mi blog y dejame un comentario, saludos a Pako puente, ¡¿cómo vas ya tienes cuántos libros publicados?

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  2. Este café es referido en el libro seis siglo de la cd de México de Salvador Novo, evoca una cd. unica que solo podemos imaginar... nos obliga a conocer a la ciudad para no quedarnos con su historia contada por quien si quizo hacerlo

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  3. Café del cazador fue uno de los primeros cafés de la ciudad de México del S. XIX

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